¿Qué es Taichi?

Taichi es un estilo de arte marcial de origen chino que consiste en una serie de movimientos circulares y armónicos que se realizan en forma lenta, fluida y con un alto nivel de concentración en el cuerpo, así como en el espacio que lo circunda y en el tiempo que transcurre al ejecutar los movimientos.

El Taichi está basado en el concepto dualista de la filosofía china (I-CHING), según el cual las fuerzas universales Yin y Yang están unidas y en constante interacción, originando así todas las cosas y los seres que existen, bajo una concepción dinámica del movimiento y la creación.

El origen de este estilo, en el marco de las artes marciales denominadas Kung-Fu, viene dada por la observación que los practicantes hacían de la naturaleza, de los propios hombres y, en particular, de los animales. Por ello es que muchos de los movimientos de TAICHI emulan en cierta forma los movimientos que efectúan los hombres (tareas agrícolas, actividades artísticas, vestirse, coser un vestido, montar a caballo, lanzar una flecha, dar un latigazo); y los animales en su vida corriente (correr, volar, arrastrarse, atacar, evitar un ataque, etc.).

Esta práctica puede concebirse entonces como una técnica de manejo de la energía individual que puede integrarse a otras actividades que pretendan contribuir al equilibrio en el cuerpo y la mente del individuo.

La Asociación Pachi Taichi Chuan de Venezuela trasmite las enseñanzas del Maestro Su Yu Chang, quien ha promovido y desarrollado la práctica de este estilo en nuestro país desde que llegó al mismo en 1976, hasta nuestros días. En nuestra Escuela hay instructores con mucho tiempo y experiencia docente que, al formar parte del Linaje de este Maestro, han transmitido y difundido esta maravilla de la cultura marcial china.

¿Origen del Taichi?

Sistema chino de técnicas originarias de un Arte Marcial. Sirvió en su inicio como ejercicios preparativos para el combate en las familias nobles. Hoy día su aplicación mayoritaria es de tipo terapéutico. Aunque existen escuelas que siguen ejercitando el aspecto de combate. Dentro de los estilos del Taichi; Chen, Yang, Sun, Wu, Woo y Hao, los más populares son el estilo Yang y Chen. El Yang es el más practicado. El Chen es más exigente en su ejecución. En su expresión, el TaiChi puede ejercitarse con las manos vacías o bien con armas tales como la espada, el sable, el abanico. La filosofía del TaiChi Chuan proviene del Tao, cuya polaridad es el Yin y el Yang.

¿En qué consiste?

Durante una clase de este arte oriental, se realizan movimientos circulares, lentos y suaves siempre coordinados con la respiración. Esta última, es fundamental para adquirir el dominio de los movimientos que comportan el Tai Chi.
La respiración ayuda a la relajación, y con la relajación del cuerpo y de la mente, se consigue la armonía que nos hace más fácil esta práctica. Por ello, con la conjunción de dichos elementos, proporcionarás un masaje interno a tus órganos movilizando los músculos, tendones y articulaciones y sobre todo, facilitando una buena oxigenación en los pulmones.
Casi todos los ejercicios se realizan de pie e intervienen en su ejecución manos, dedos, brazos, piernas, espalda y cabeza. Si lo vemos desde fuera, parece un baile suave y lento. Además de relajar, sirve para endurecer ciertos músculos y mantenernos en perfecta forma física.

¿En qué se basa el Taichi?

Dentro del conjunto Yin-Yang, la expresión más popular es la de la Forma, conjunto de movimientos encadenados que se ejecutan de manera lenta, uniforme y sin interrupción. Puede ejecutarse con las manos vacías o también con armas. Existe también un conjunto de ejercicios que se realizan por parejas, denominados Tui Shous.

Origen e historia del Taichi

Las leyendas hablan de que hace unos 800 años, un monje taoísta, llamado Chan Shan Feng, presenció desde su casa situada en las montañas sagradas de Wudang, el combate entre un pájaro y una serpiente. Esta, esquivaba con suavidad las mortíferas acometidas del pájaro, hasta que el ave se retiró cansada sin conseguir su presa.Esta filosofía está teniendo éxito porque puede practicarse toda la vida. Puede empezarse a cualquier edad, bien entendido que cuanto antes mejor.Este arte marcial interno chino provee de múltiples beneficios a sus practicantes.

La medicina occidental está comenzando a apreciar los efectos que sus practicantes reciben con el Tai Chi.Para muchos es el momento de descubrir dónde está su mano izquierda y la derecha, cuán rígido está el cuerpo, cuánta paciencia se tiene. Se aprende a respirar de manera completa. Se ejercita la memoria, la concentración. Se aprende a valorar el silencio, a estar atentos a nuestro cuerpo, a sus reacciones. Se desarrolla el sentido del equilibrio. Se aprende a estar más cómodamente de pie.Nos procura mayor flexibilidad mental. A ser más creativos. Nos mueve en la armonía. Se aprende a aprender.Como beneficios físicos: Facilita la concentración, diluye el stress, disminuye la presión arterial. Proporciona mayor oxígeno al cuerpo. Refuerza las articulaciones, ejercita músculos olvidados.Mueve el cuerpo sin fatiga. Refuerza los huesos. Previene y sirve de terapia ante dolor en la espalda. Ejercita la vista y entrena la visión periférica. Facilita el descanso nocturno, el buen humor. Todos estos beneficios se ven aumentados si además lo podemos practicar al aire libre.No se precisa de ningún accesorio, nos bastamos nosotros solos y un espacio no demasiado grande. La ropa es cómoda, habitual en nuestras casas. Podemos desarrollar los ejercicios en cualquier lugar, sobretodo en medio de la naturaleza. Es excelente para recuperarnos durante o después de una excursión. La práctica en grupo favorece el sentimiento de unidad entre los practicantes. La práctica individual puede usarse como meditación en movimiento y hacernos Uno con el entorno en el que estemos. Si no tenemos mucho espacio para desarrollar toda la Forma, escogiendo un movimiento, podemos ejercitarlo sin movernos del sitio, en estático.A medida que aumentamos la práctica, podemos exigirnos más en las posiciones de los movimientos y así escoger si queremos más meditación, con más lentitud en el desarrollo, o más ejercicio físico, si extremamos las posiciones, dentro de los principios fundamentales del Tai Chi, por supuesto.Y quien sienta la poesía en su interior, puede practicar con música adecuada, siguiendo su ritmo. En la terraza de nuestra casa. O al lado del mar, escuchando las olas. En la cima de una montaña bañándonos el Sol. O bajo las estrellas en el silencio de la noche. O vivir la aventura de practicarlo sobre la nieve… En fin, añadamos la imaginación!

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